Tulsa, el exterminio racista de "NiggerTown"

jueves, 6 de agosto de 2009


Nos situamos en la pequeña Tulsa, un prospero pueblo victima de la nueva fiebre del oro negro, en el estado de Oklahoma, en el EEUU de 1921.

Una pequeña ciudad donde se notan las prisas propias de un crecimiento demográfico explosivo; en solo veinte años Tulsa pasa de ser un pueblo de 10.000 habitantes a una ciudad de 100.000, y es en ese momento el pueblo con más nuevos ricos de los Estados Unidos gracias al petroleo; las pequeñas casas propias del antiguo pueblo empiezan a ser sustituidas por mansiones y edificios, incluso empiezan a llegar los primeros coches, entre ellos, el Ford T, el primer modelo de coche que tuvo el honor de ser fabricado en serie, es decir, el primer coche "moderno" de la historia empieza a transitar en buen número por las calles de esta pequeña ciudad de millonarios, hasta tal punto que este modelo sigue estando vinculado a esta ciudad. Todo un lujo que muy pocos se podían permitir.


Tulsa era rica, Tulsa era muy prospera, pero Tulsa no estaba preparada para lo que se avecinaba.

Como en toda ciudad que recibe a diario nuevos ciudadanos en masa, estos empiezan a agruparse por barriadas y etnias, siendo las más numerosas la etnia blanca y la negra, y Tulsa era tan rica que hasta los negros se hicieron ricos


El sueño americano Negro

Los negros se afincaron en un atestado barrio llamado Greenwood al norte de la ciudad, y separado de la misma por las vías de ferrocarril, al que ellos se referían como Nueva Africa; la mayoría de ellos habían llegado a Tulsa huyendo del maltrato al que habían sido sometidos en el resto del país (donde por ejemplo, tan solo 50 años antes campaba a sus anchas el tristemente celebre Ku-Klux Klan) y buscando un lugar nuevo donde comenzar una nueva vida.


Este barrio que en el año que nos ocupa (1921) llegó a alcanzar una población de más de 15.000 personas entre miembros de raza negra y semínolas (mestizos de negros con indígenas americanos) a quienes se consideraba una raza inferior incluso, a la propia raza negra, comenzó a funcionar como una ciudad casi independiente de la principal con su propia zona comercial, los negros alcanzaron entonces los nuevos estatus de propietarios, comerciantes y empresarios; tras las primeras tiendas de útiles de primera necesidad surgieron los mercados, los restaurantes, los hoteles, incluso comenzaron a aparecer los primeros médicos y abogados de raza negra.

Llegados a este punto, Nueva Africa comenzó a ser llamada por los habitantes del barrio "la Wall Street Negra"


El polvorín

Por desgracia toda esta maravillosa prosperidad que se vivía dentro del barrio no era bien vista al otro lado de las vías del tren, donde en vez de "Black Wall Street" se referían al barrio como "Niggertown" ( en traducción libre sería algo así como "el barrio de los negratas") y los ricos negros empezaron a verse como una molesta anomalía. Una cosa es que un negro fuese un hombre libre y otra que condujera un coche, los negros empezaban a poseer riquezas a las que no tenían derecho.


Además, debido al impresionante crecimiento de la ciudad, lo que en un principio era un barrio marginal a las afueras de la ciudad, pronto se convirtió en un obstáculo para el crecimiento natural de la zona comercial blanca que transcurría en esa dirección, con las consecuentes presiones por parte de las grandes fortunas blancas para conseguir el desalojo y control de la zona.

Estas presiones obtuvieron por respuesta el resentimiento de los habitantes de Nueva Africa, incluidos los orgullosos soldados negros que volvían a sus casas de la Gran Guerra y que traían con ellos la exigencia de la igualdad ganada con sangre.

La chispa

El 31 de Mayo de 1921, el joven y negro Lustrabotas, llamado Dick Rowland se meaba y estaba trabajando en la zona blanca.
Se dirigió entonces a los baños para negros más cercanos, situados en lo alto del Edificio Drexler, para ello y ante la urgencia de su necesidad, decidió utilizar el ascensor del mismo, operado por nuestra otra protagonista, la ascensorista Sarah Page.

Pocos segundos después, la gente que se hallaba en el Hall del Edificio Drexler acudía alarmada a la zona de los ascensores al escuchar los gritos de la señoríta Page que sufría un ataque de histeria, corrieron a socorrerla y llegaron justo a tiempo para ver como un joven negro atravesaba corriendo el hall y huía en dirección a la calle.

La respuesta por parte de la Señoríta Page a las ansiosas interpelaciones por parte de las personas que acudieron en su ayuda fue, entre sollozos y gritos: ¡Me ha atacado un Negro!

La caza

Aparece la policía en escena y acompañan a la señorita Page a Comisaría para que prestara declaración, allí ella incurre en constantes contradicciones, llegando la policía a la conclusión final de que lo ocurrido no fue más que un desafortunado accidente.

La Señorita Page al acudir a la llamada del ascensor de Rowland, se sintió molesta al ver que la persona que se había atrevido a pulsar el botón era un joven de color y trató de cerrar la puerta de nuevo, desafortunadamente, el joven Rowland, impaciente por llegar al baño, ya había comenzado a entrar en el ascensor y al verse golpeado por la puerta perdió el equilibrio y acabó pisando "un uñero" de la ascensorista, lo que la provocó un intenso dolor causa de los gritos del momento.

Sin embargo, para entonces ya era tarde, el boca a boca hacía que la noticia corriera como la polvora en la zona blanca de la ciudad y el periódico local Tulsa Tribune incluía en su edición de la tarde la siguiente noticia

¡¡Negro ataca chica blanca en un ascensor!!

y en las hojas interiores iba mucho más allá con un editorial que rezaba:

"¡A linchar un negro esta noche!"



El asedio

Es entonces cuando la policía emite una orden de búsqueda del limpiabotas Dick Rowland pero no para detenerle, sino para protegerle.

Por suerte, la policía consigue encontrarle antes que las patrullas blancas que comienzan a organizarse y deciden trasladarle a última planta del la Corte de Justicia, allí, el jefe de policía ordena a sus hombres que hagan guardia alrededor del edificio.


Una vez más el boca a boca comienza a funcionar y lleva la noticia de la detención del "negro violador" hasta el ultimo rincón de la ciudad; y las turbas blancas comienzan a congregarse en torno al edificio de justicia, no faltan las armas entre los congregados e incluso aparecen caperuzas blancas, símbolo del ya disuelto Ku-Klux Klan antes mencionado.


Entonces hace su aparición en escena un nutrido grupo de 50 a 75 negros
consecuentemente armados y vestidos con sus uniformes del ejercito que usaron durante la Gran Guerra, y ante la mirada atónita de los presentes se sitúan entre los atemorizados policías y los cerca de los ya 2000 manifestantes blancos; el boca a boca había seguido fluyendo y la noticia había llegado a la zona negra.

Los soldados negros habían acudido a defender la vida de Rowlan así como la de sus custodios, la policía.


La tensión crecía por momentos y la policía lejos de ver con buenos ojos la aparición del ejercito negro les consideró un problema.

Tras varias horas de insultos y forcejeos, se escucha el inevitable primer disparo, y con él, comienza la masacre, la policía se refugia en el tiroteado edificio dejando fuera a los militares supervivientes que no consiguen contener a las más de 2000 personas blancas enfurecidas, y comienzan a replegarse hacia Nueva Africa.

La multitud opta por dejar por el momento a los atrincherados policías y deciden organizarse para asaltar NiggerTown

El asalto

La policía finalmente decide proteger la vida del limpiabotas, pero sin embargo decide no dejar impune las muertes ya ocurridas y a pesar de que hay muertos de los dos bandos para ellos solo hay un grupo culpable.

El Jefe de Policía concedió el cargo de policía, esa misma tarde, a cientos de los hombres que componían la chusma y les dio carta blanca, quedando la ciudad en "estado de excepción".

Finalmente, al caer la noche y tras haber limpiado las armerías de la ciudad, los blancos enfilan la calle principal.

"el objetivo de todos de llevar a cabo un plan en común: el exterminio de la población negra de Tulsa y la destrucción por incendio del asentamiento negro, sus casas y sus edificios"
Informe sobre el suceso de la aseguradora American Central Insurance Company en 1924



La resistencia de los atrincherados negros fue heroica, lucharon calle por calle, casa por casa, usando para ello todo lo que tenían en su mano

Más tarde, Mary Jones Parrish, una mujer negra, escribió:
"Miramos por la ventana hacia el sur, donde estaba el Edificio Woods, y vimos carros de hombres armados descargando cerca del granero.... En ese momento, comprendimos que nuestros hombres peleaban en vano para salvar a su querido Greenwood"

Los incendios empezaron a iluminar la noche sobre la una de la madrugada, los blancos avanzaban a través del barrio sacando a los negros de sus casas sin hacer distinción entre aquellos que luchaban, los que huían y los que se escondían.
Todos eran tiroteados en plena calle, da igual cual fuera su edad o su sexo; cuando alguien se resistía a salir de su casa, simplemente quemaban el edificio con sus habitantes dentro, las violaciones a las jóvenes negras se sucedían.

Los pocos supervivientes llegaron a relatar incluso bombardeos aéreos, seis biplanos de la gran guerra habían sido "robados" de un aeródromo cercano y fueron usados para bombardear la zona.


Al principio, dichos relatos se consideraron una exageración, pero Van B. Hurley, un policía de Tulsa, declaró posteriormente que varios importantes funcionarios municipales se habían reunido con los propietarios de los aviones para prepararlo todo.


En una sola noche el barrio negro más prospero de los EEUU había sido borrado del mapa



Los datos

Las fuentes oficiales de la época cifran en 30 los muertos de esa noche, muchos de ellos de raza blanca, posteriormente se han encontrado fosas comunes con más de 300 cadáveres y se calculan en cerca de 2000 los desaparecidos, también se estima en cerca de 10.000 los atacantes blancos de NiggerTown


Fuentes: 1, 2 y 3

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