El viaje en tren de Robert Kennedy y la ruta presidencial

lunes, 1 de febrero de 2010

A principios de 2009 y antes de ser investido presidente, Obama tuvo un gesto para honrar a un hombre al que según él admira. Se trataba de honrar a su predecesor en el cargo, el presidente Lincoln, el cual en 1861 recorrió en tren el trayecto que transcurre entre Nueva York y Wasington, haciendo campaña pueblo a pueblo.

El presidente Lincon tardó 12 días en recorrer el trayecto de casi 400 km. Obama, que apenas realizó unas cuantas paradas, solo tardó unas pocas horas en recorrer la mítica ruta del presidente Lincoln.

Menos conocida es la historia del viaje que hizo por la misma ruta, otro de los candidatos a la casa blanca, y sin embargo, quizás éste sea el viaje que más merezca la pena recordar. 

Se trata del viaje de Robert Francis Kennedy, más conocido como RFK o "Bobby"

Robert F. Kennedy

Tras el asesinato del presidente JFK en 1963, Robert Kennedy que hasta ahora había trabajado para la administración de su hermano como asesor, se ve apartado del circulo presidencial por el sucesor de su hermano y compañero de partido, el presidente Johnson.

RFK se dedica entonces por entero a las funciones propias de su cargo como senador de Nueva York, hasta que en 1968 anuncia su intención de ser el candidato demócrata a las elecciones por la presidencia. Su ascensión es meteórica y su competidor en el partido, el presidente Johnson no puede hacer otra cosa más que retirarse dejando el camino libre a Robert.

El carácter festivo de su arrolladora campaña y la sensación de que ese momento podía cambiar el futuro de la nación desaparece el día 4 de abril de 1968.

Ese día le tocó a Robert Kennedy la desagradable tarea de dar a conocer a la nación en el transcurso de un mitin televisado, el asesinato de Martin Luther King ocurrido poco antes. El emotivo y afectado discurso que dio al público en ese momento, tuvo dos efectos; fue capaz de mostrar su desagrado aplacando las ansias de venganza de los seguidores de Luther King, minimizando las posibles revueltas, y por otro lado, este discurso le puso más cerca aun de la Casa Blanca.
El discurso completo y traducido al castellano podéis encontrarle aquí.

32 días después, cuando RFK ya se había convertido en el candidato preferido, el 5 de Junio de 1968 tras un discurso en el Hotel Ambassador de Los Ángeles, Robert Kennedy cae abatido víctima de un disparo, muriendo un día después el el Hospital El Buen Samaritano de Los Ángeles.





Comenzaba así el que sería su ultimo viaje y que coincidiría con el trayecto de Lincoln y posteriormente de Obama.

El cuerpo del entonces senador de NY y candidato a la presidencia, tras viajar en avión desde Los Ángeles, es embarcado en un tren en Nueva York con dirección a Washington, donde sería enterrado cerca de su hermano, en el conocido  cementerio de Arlintong.

Acompañando al féretro, en el tren fúnebre viajan familiares, amigos, allegados políticos, policías y varios periodistas; entre ellos se encuentra el fotógrafo Paul Fusco, quien realizaría durante el viaje la que sería una de las series fotográficas más importantes de su carrera, y todo un clásico de la fotografía.



Fusco lo recuerda de esta manera:
El 8 de junio del 1968, un sábado por la tarde, el cuerpo de Robert F. Kennedy, como 103 años antes el del presidente Lincoln, fue trasladado por un tren funerario desde Nueva York a Washington. Cómo sucedió con Lincoln, muchos miles, quizás un millón de personas, siguieron a los lados de las vías del ferrocarril su último viaje. El ataúd, en un féretro cercano al suelo y en coche descubierto, no podía ser divisado por las personas presentes a los lados de las vías. Entonces, los portadores del féretro de Kennedy lo levantaron y lo colocaron, un poco precariamente, en sillas.

A lo largo de la ruta del tren, boy scouts y bomberos monopolizaban la atención; monjas, algunas con gafas oscuras, amas de casa llorando, fueron sus testigos. Miles y miles de personas de color le esperaron silenciosamente ante un calor sofocante, algunas quizás por vivir cerca del ferrocarril, pero muchas otras estaban allí expresamente por él, y porque sabían que le echarían de menos.

"Muchedumbres maravillosas", comentó Arthur Schlesinger, mirando fijamente desde su ventanilla como el tren lentamente avanzaba hacia el sur.

Muchos de nosotros en America creímos que su hermano, el presidente John F. Kennedy, alimentaba una creencia renovada en un concepto de gobierno dedicado a todos los ciudadanos en vez de únicamente a los privilegiados y a los poderosos. Antes de que él fuera capaz de infundir ese espíritu en nuestra sociedad fue asesinado.

Cinco años más tarde, cuando Bobby (RFK) se levantó para tratar de restablecer un gobierno de esperanza, los corazones de los americanos llenos de entusiasmo resplandecieron. Pero otra tragedia les alcanzó nuevamente.

El golpe fue monumental. Esa creciente esperanza la habían destrozado de nuevo y aquellos que en mayor grado tenían necesidad de esperanza atestaron las vías del último tren de Bobby, paralizados de incredulidad, y mirando como su esperanza viajaba en un ataúd y desaparecía de sus vidas






Fuentes: 1 2 3 4 5 6 7 

Nota: Fusco en las primeras lineas de su relato hace referencia al tren fúnebre de Abraham Lincoln, y no al tren en el que hizo campaña, que es del que hablamos en esta entrada. Abraham Lincoln fue el primer Presidente norteamericano asesinado. Miles de personas se alinearon junto a las vías para ver pasar el tren funerario que lo trasladaba desde Washington hacia su descanso final en Springfield, Illinois, suceso que se repite con RFK.

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