Yo fui un niño de la guerra - Edwin Tholley

viernes, 13 de noviembre de 2009

La historia que vamos a ver a continuación es una de esas historias que nos muestran que el ser humano es capaz de lo mejor y de lo peor, y que el futuro de cada uno no tiene que estar necesariamente condicionado por su pasado.

Hablamos de Edwin Tholley, hablamos de Sierra Leona, de los niños soldado y de misioneros como Chema Caballero, una de esas personas que tiene el privilegio de poder pasar por este mundo sabiendo que hace todo lo humanamente posible por mejorarlo.

Chema Caballero acompañado de varios ex niños soldados en proceso de rehabilitación.
Freetown (Sierra Leona), enero de 2002  Foto: Gervasio Sánchez


Edwin Tholley tuvo la poca fortuna, como muchos otros, de nacer en Sierra Leona. A la edad de 8 años fue arrancado de su familia y puesto al mando de una unidad de 15 niños. Como mando intermedio que era, del Frente Revolucionario Unido de Sierra Leona, no solo estaba obligado a luchar para no ser ejecutado por sus superiores, sino que él mismo debía obligar a sus propios compañeros a luchar para no tener que tomar medidas contra ellos.

Durante los siguientes cuatro años tuvo que combatir contra el ejercito del gobierno de Sierra Leona, el ejercito de Nigeria, así como contra soldados guineanos, estadounidenses y británicos, también estuvieron envueltos en incursiones contra la población civil, matando y mutilando a personas inocentes para demostrar al gobierno y al pueblo su poder.

Cuatro años que pasó bajo los efectos de las drogas. Sus superiores les administraban cocaina para que perdieran el temor a luchar y poder manejarles más fácilmente.

Sin embargo, a medida que el tiempo transcurre Edwin comienza a darse cuenta del sufrimiento que le rodea y del sufrimiento que él inflige a los demás. El lavado de cerebro al que es sometido pierde su efecto a medida que crece.


Un día reunió las fuerzas suficientes para escapar junto a algunos de sus compañeros que le siguieron sin dudarlo; una huida difícil en la cual algunos de sus compañeros perecieron.

Finalmente, los supervivientes consiguen llegar a la ciudad y allí tiene la fortuna de dar con la ONG save the children y con la misión javeriana de Chema Caballero. Una misión enclavada en lo que fue un hotel junto a una playa no muy lejos de la capital, Freetown. Se trata de la misión cristiana de St. Michael, un refugio para los niños de la guerra.

Un lugar que no solo tiene la misión de recuperar un poco de la infancia perdida de estos niños, sino también la de protegerles de los guerrilleros y de los propios vecinos de la zona. Vecinos para los que es difícil comprender que los niños de la guerra también son victimas y no verdugos.

Han pasado 10 años y ahora Edwin se encuentra en España, en Almería, estudiando enfermería gracias a otra ONG llamada Todos Son Inocentes. Su intención es volver a su país nada más finalizar sus estudios para reparar algo del daño que le obligaron a hacer.

Edwin, en primer plano, junto a tres compañeros también becados por la ONG TSI, en Almería
Todos ellos provienen de St. Michael

En la siguiente entrevista el propio Edwin nos cuenta su historia, cuesta un poco seguirle, pero merece la pena prestarle los 10 minutos de atención que dura el vídeo; pocas veces tenemos la oportunidad de escuchar un testimonio como este de primera mano.





Notas: Merece la pena también la lectura del siguiente articulo de Chema Caballero: Sierra Leona. Pequeños signos de esperanza después de la guerra

También es interesante la entrevista que le hacen a Caballero los lectores del Mundo. En especial, la siguiente pregunta nos da una idea de su compromiso:

¿Cual ha sido el momento o uno de los momentos mas difíciles que se te han presentado en tu trabajo diario?
En Mayo del 2000 en medio de un rebrote bélico, cuando todas las ONGs decidieron evacuar a su personal expatriado y me quedé solo en Sierra Leona, con 300 niñ@s en el centro y los rebeldes a las puertas del centro intentando llevarse a los niñ@s que intentábamos rehabilitar. Fueron momentos muy duros, por la tensión, el miedo y la soledad

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